Recuerdo que de pequeño dibujaba muñecos de palo. Unos con sombrero y pistolas, otros con arcos y flechas, supongo que influenciado por las películas del oeste que veía por la tele con mi padre.
Hasta que un día cayó en mis manos mi primer cómic. Lo leí y releí un montón de veces! Pero no lo leía solo, sino que también copiaba los dibujos, una y otra vez.
Luego llegó el segundo cómic, el tercero, el cuarto,… y así sin parar.
Un día, en la escuela me preguntaron qué quería ser de mayor.
Yo respondí "quiero dibujar historias"
Y así hasta ahora.