Me gusta dibujar misterios sutiles, casi imperceptibles, justo aquel momento en el que se crea un malentendido, personajes que no acaban de encajar, que parecen más secundarios que principales, que se pierden, que se encuentran, cosas así. Y dar utilidad a este compendio de situaciones y dudas existenciales para reflexionar o conseguir conmover a través de lo absurdo.